Son uno de los enigmas que surcan la panorámica de las peñas de arenisca que dibujan el valle medio del Cidacos. Desde Arnedo a Arnedillo, las cuevas se abren en sus paredes con siglos de historia y con diversas teorías sobre sus usos y porqués. Y desde ahora, esas preguntas con diferentes respuestas se convierten en un atractivo más para el visitante. Informa larioja.com
Dentro del Plan de Competitividad Turística 'La Senda Termal en la Reserva de la Biosfera', ya puede entrarse en las acondicionadas Cuevas del Ajedrezado, en lo alto de la peña de Santa Eulalia Somera, barrio perteneciente a Arnedillo. Las oquedades dispuestas en sus paredes con laexactitud de un tablero de ajedrez dan nombre a estas Cuevas, que se erigen como un valor cultural e histórico, como señalaron ayer las autoridades en su apertura. Entre ellos, el jefe de Gabinete de la Delegación del Gobierno, Alberto Guillén; el presidente de la Asociación para el Desarrollo de La Rioja Suroriental, Arturo Colina; y el alcalde, Pedro A. Montalvo.
Comunicadas las dos por un hueco en la pared, se presentan como un monasterio dúplice concebido para aunar alabanzas a Dios, teoría que se refuerza al encontrar una inscripción que parece decir 'Pax in D.', también encontrada en la Cueva de Cienta arnedana, lo que reforzaría la teoría de que se trata de un eremitorio de la época incipiente Reconquista. Y otras teorías las señalan como palomares durante los siglos XIX y XX para generar abono.
Financiada por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el Gobierno regional y la Mancomunidad de Desarrollo Turístico La Senda Termal, una inversión de 50.000 euros ha permitido mejorar los accesos y acondicionarlas, convirtiendo su entrada en un espléndido mirador sobre buena parte del valle. Cerradas por temor al vandalismo, los interesados pueden visitarlas en las mañanas de los domingos previa consulta a la Oficina de Turismo de Arnedillo.
Por www.abc.es