Abu Yahya al-Libi, uno de los principales estrategas de Al Qaeda, considerado el número dos de la red terrorista, podría haber muerto durante el ataque de un avión robot estadounidense en Pakistán, según informaron fuentes de inteligencia de este país. De confirmarse la noticia, el deceso de Al-Libi significaría el golpe más duro de Estados Unidos a la red terrorista desde la muerte de Osama bin Laden, ocurrida también en Pakistán en mayo de 2011.
Al-Libi, un clérigo libio titulado en química, es el que segundo en el poder de la organización terrorista, por debajo del líder actual Ayman al Zawahiri, y fue uno de los promotores de la reconstitución del grupo a miras de volver a emprender campaña de terror internacional.
Sin embargo, algunos analistas afirman que la muerte de un líder de Al Qaeda no implica necesariamente un desastre para el grupo, a menos que se trate del mismo al Zawahri, quien se hizo cargo de la organización luego de la muerte de bin Laden.
LA EFECTIVIDAD DE LOS DRONES
La campaña de incursiones de la CIA con aviones no tripulados (drones), en suelo paquistaní, fue redoblada bajo el Gobierno del presidente Barack Obama y ha convertido la nación del sur asiático en un lugar peligroso para Al Qaeda. De confirmarse la muerte de al-Libi, también quedaría establecido que esta forma de ataque es muy efectiva contra los miembros de Al Qaeda.
Además, la constante presión ejercida por los ataques estadounidenses en Pakistán podría ocasionar la huída de este grupo del terror a buscar refugios en otras zonas como Mali, ubicado al noroeste de África. Otra de las naciones que ha estado bajo la mira de los ‘drones’ ha sido Yemen, donde los líderes de Al Qaeda encontraron un hueco durante una revuelta popular contra el ex presidente Ali Abdula Saleh.
Si bien los ataques con ‘drones’ han complicado las operaciones de Al Qaeda en la frontera, suponen un punto de fricción entre EEUU y Pakistán, que aunque admite algunas ventajas del sistema, dice que anima el sentimiento antiamericano y es contraproducente por los daños colaterales.
Fuente: Peru21.pe