Por desgracia, y por circunstancias muy diversas, el equilibrio familiar a veces se rompe y finalmente acaba en la separación o divorcio de la pareja. Y quién no ha oído alguna vez a alguna persona que ha sufido este proceso decir aquello de «me ha dejado pelado». Nunca es fácil llevar a cabo estos trámites, pero ahora, en plena crisis económica, los céntimos cuentan más que nunca. Los especialistas en la materia aconsejan tener en cuanta una serie de parámetros para no quedarse con la cuenta corriente al rojo vivo cuando una relación se rompe:
• Busca un abogado experto en Derecho de Familia que te asesore durante todo el proceso (desde que se produce la crisis matrimonial hasta la finalización del proceso). Ya que todas las actuaciones que se lleven a cabo durante la posible separación de hecho, son determinantes en un futuro pleito.
• Consigue toda la información legal que puedas sobre cuáles son los puntos esenciales de una separación o divorcio, tipos de procesos existentes y plantéate con claridad qué expectativas razonables quieres y puedes obtener.
• Reúne toda la información financiera sobre tus cuentas bancarias, créditos, plazos, débitos, deudas existentes, negocios….
• Obtén una nueva dirección de correo estable donde te puedan enviar libremente toda tu correspondencia e información personal sin ningún peligro de ser interferida y dásela a todas las personas que te interesen, antes de que comience la separación y mientras dure. Lo mismo con tus cuentas de e-mail; es posible que las anteriores y preexistentes, no sean seguras.
• Cancela las cuentas corrientes conjuntas, tarjetas de crédito y débito comunes y las de las grandes superficies comerciales que estén a nombre de ambos.
• Ahorra dinero en una cuenta bancaria a tu nombre que sea fácilmente accesible por ti y que faculte tu tránsito hacia la difícil situación que se avecina.
• Recopila todos los elementos comunes sobre tus escrituras de propiedad inmobiliarias, facturas de bienes muebles, coches, seguros de vida y todo tipo de pólizas aseguradoras, bien sean de forma original o fotocopiados, lo importante es, tanto que las tengas, como que las puedas referenciar.
• Consigue los documentos de tus propiedades privativas, es decir las que sean únicamente tuyas, bien anteriores al matrimonio o posteriores, herencias, regalos, donaciones, empresas, negocios autónomos.
• Si eres propietario de una empresa, profesional o autónomo, deberás conservar a buen recaudo toda tu documentación mercantil, laboral y fiscal, independientemente de la conyugal, al fin y al cabo eres el responsable de la misma.
• Ten en cuenta, que los tribunales, van a tomar como punto de referencia la situación anterior a la separación a casi todos los efectos, así que comienza a hacer lo que quieras continuar después, por ejemplo; si quieres continuar los estudios que abandonaste.
• No abandones el domicilio conyugal precipitadamente hasta que tengas que hacerlo, para ello, tómate las debidas garantías, incluso cuando tengas un gran sentido de culpabilidad o ganas de huir. Una vez que lo hayas hecho, puedes tener dificultades para recuperar tus objetos personales, documentos y también tú situación procesal se puede ver perjudicada.
• Intenta alcanzar un mutuo acuerdo entre las partes sin necesidad de interponer demanda judicial.
• Estar decidido y tener una actitud conciliadora y flexible para afrontar posibles soluciones, que incluyan incluso la liquidación de los bienes comunes.
• No olvidar que el interés primordial a proteger son los hijos y no sólo los progenitores.
Fuente A&A Abogados y Aba Abogadas