El huevo forma parte de la dieta humana desde hace cientos de años y en la actualidad se emplea en todo tipo de recetas de cocina; sin embargo, muchas de sus características y propiedades son totalmente desconocidas para la mayoría de las personas.
Por ello, el autor del blog «Gominolas de petróleo», nos propone una lista con diez curiosidades que probablemente ignoramos acerca de este popular y completo alimento:
1.-Por qué no se venden refrigerados: Aunque su envase recomienda conservarlos en el frigorífico para evitar que pierdan propiedades y alargar su duración, en el mercado encontramos los huevos a temperatura ambiente. Esta medida pretende evitar que los huevos sufran cambios bruscos de temperatura, con el consiguiente riesgo de formación de hongos y microorganismos en su cáscara y la posible contaminación microbiológica del producto.
2.-Cómo saber si un huevo es fresco: Este producto está formado en gran parte por agua. Como su cáscara es porosa, a medida que pasa el tiempo, parte de ella se escapa en forma de vapor a través de esos poros y es sustituida por aire, de forma que el huevo va perdiendo calidad. Para saber si un huevo es fresco, basta con sumergirlo en agua. Cuanto más flote, menos fresco es. Si sube hasta la superficie, es mejor no consumirlo.
3.-¿Es recomendable lavar los huevos?: En general, no debemos lavar ni limpiar los huevos porque pueden dañar la cáscara, que actúa como barrera para la entrada de microorganismos que podrían deteriorar el producto y provocar enfermedades.
4.-Por qué algunos huevos son blancos y otros de color pardo: El color de la cáscara del huevo depende simplemente de factores genéticos. Viene determinado por la raza a la que pertenezca la gallina. Así, las razas de plumaje blanco ponen huevos blancos, mientras que las razas que tienen plumas y lóbulos auriculares de color marrón ponen huevos de color pardo. Por lo general, ambos tipos de huevos poseen la misma calidad.
5.-¿Es seguro comer un huevo si su cáscara presenta grietas?: No es recomendable, ya que esas grietas pueden permitir el paso de microorganismos patógenos que podrían provocar diversas enfermedades. En algunos casos las grietas son perfectamente visibles, pero no siempre es así. Para detectar tanto las grietas apreciables a simple vista como las que no lo son, las industrias que se dedican a la clasificación y envasado de huevos utilizan un ovoscopio, que no es más que un aparato que consta de una superficie iluminada con luz intensa.
El origen de los huevos de dos yemas, la causa de las manchas rojizas que a veces aparecen en la clara, el significado de la numeración estampada en la cáscara de este producto o la forma más sencilla de separar la clara de la yema son otras de las curiosidades que puedes conocer consultando el artículo de «Gominolas de petróleo».
Por www.abc.es