Un británico invidente de 61 años fue disparado con una pistola eléctrica por la Policía de Lancashire, localidad situada al noroeste de Inglaterra, en Reino Unido, después de que los agentes confundiesen su bastón de apoyo con una espada samurái.
Colin Farmer, el invidente atacado por la policía, aseguró a la Comisión Independiente de Quejas contra la policía de la localidad que pensaba que estaba siendo atacado por unos violentos, aunque en realidad habían sido los agentes los que le habían propinado con la pistola eléctrica, denominada táser, una potente descarga (este tipo de armas puede llegar a generar corrientes cercanas a los 50.000 voltios).
Según declaró el invidente al 'The Guardian', él iba paseando hacia un restaurante para acudir a una cena cuando comenzó a oir gritos a su espalda. Pensó que no tenían nada que ver con él, pero entonces recibió la descarga en la espalda, lo que hizo que cayera al suelo.
Tras recibir el disparo un agente le detuvo y, a pesar de que le intentó explicar que era ciego y que no sabía lo que estaba pasando, fue arrestado y llevado a comisaría. El rocambolesco caso está siendo estudiado por la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía.
Fuentes policiales justificaron después el ataque alegando que minutos antes habían sido alertados de que en esa misma zona había una persona paseando con un arma. Precisamente poco después fue arrestado un sospechoso de 27 años que estaba en estado ebrio y que, efectivamente portaba una espada samurai, según informa The Guardian.
Por www.que.es
Colin Farmer, el invidente atacado por la policía, aseguró a la Comisión Independiente de Quejas contra la policía de la localidad que pensaba que estaba siendo atacado por unos violentos, aunque en realidad habían sido los agentes los que le habían propinado con la pistola eléctrica, denominada táser, una potente descarga (este tipo de armas puede llegar a generar corrientes cercanas a los 50.000 voltios).
Según declaró el invidente al 'The Guardian', él iba paseando hacia un restaurante para acudir a una cena cuando comenzó a oir gritos a su espalda. Pensó que no tenían nada que ver con él, pero entonces recibió la descarga en la espalda, lo que hizo que cayera al suelo.
Tras recibir el disparo un agente le detuvo y, a pesar de que le intentó explicar que era ciego y que no sabía lo que estaba pasando, fue arrestado y llevado a comisaría. El rocambolesco caso está siendo estudiado por la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía.
Fuentes policiales justificaron después el ataque alegando que minutos antes habían sido alertados de que en esa misma zona había una persona paseando con un arma. Precisamente poco después fue arrestado un sospechoso de 27 años que estaba en estado ebrio y que, efectivamente portaba una espada samurai, según informa The Guardian.
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