A pesar de parecer pura, inocente y cremosa, la leche posee características subrepticias que a la industria lechera no les interesa que sepamos.
La leche es mucho más que una bebida. Se trata de un fenómeno cultural, que se remonta miles de años atrás. A pesar de que numerosas investigaciones han demostrado que la leche puede resultar perjudicial, tanto para los seres humanos como para las vacas, los mitos sobre la leche siguen resonando con fuerza.
Mito 1. Necesitamos leche de vaca para obtener calcio
Afortunadamente, una dieta libre de leche no tiene por qué dejarte privado de una fuente de calcio, ya que la mayoría de los alimentos ricos en calcio provienen de las plantas, especialmente las verduras de hoja verde, tales como la col rizada, las espinacas y el brócoli.
Mito 2. La leche de vaca hará que tus huesos sean más fuertes
Investigaciones recientes han conseguido demostrar que la leche reduce el calcio de nuestros huesos y aumenta los riesgos de fractura, razón por la cual en los países en los que se bebe más leche son los que tienen las tasas más altas de osteoporosis.
Mito 3. La producción de leche no es ninguna crueldad
Las vacas adultas también son forzadas a soportar sufrimientos innecesarios. El estrés causado por las malas condiciones de las granjas industriales les puede llegar a causar cojera, enfermedades y problemas reproductivos, dejándolas inútiles a los 4 ó 5 años de edad -la esperanza de vida de una vaca en la naturaleza es de 25 años-. Cuando ya no resultan útiles se las envía al matadero.
Mito 4. Las vacas necesitan ser ordeñadas
Las vacas solo producen la leche que necesitan para alimentar a sus terneros. Si no tienen crías, no producen leche. Así de simple. Para mantener a las vacas lactando, los granjeros las fertilizan mediante inseminación artificial una vez al año.
Mito 5. La leche es buena para los seres humanos
Para más inri, la leche de vaca contiene tres veces más proteínas que la leche humana, contribuyendo a que puedan aparecer algunos malestares y enfermedades. Este podría ser perfectamente el incentivo que necesitamos para dejarla.
Fuente: onegreenplanet