En algunas regiones rurales de África, las personas, sobre todo las mujeres y los niños, pasan hasta el 26% de su tiempo en ir a buscar agua potable para beber y para cocinar, asearse y para el resto de sus necesidades.
La búsqueda del agua se realiza a pie, y tradicionalmente los bidones se llevan sobre la cabeza.
Las imágenes de mujeres cargando vasijas en la cabeza son una postal tradicional del continente africano, pero estas personas, además de perder mucho tiempo en esa tarea, terminan con la espalda afectada y con otras repercusiones en su cuerpo.
Dos ingenieros africanos han desarrollado un invento que está cambiando esta realidad, y puede seguir mejorando millones de vidas en un contexto en el que el existe una crisis del agua a nivel mundial.
Este dispositivo, llamado "hipo-rueda" o "hippo-roller" en inglés, es económico y sencillo, pero debe difundirse para que más personas puedan tener acceso a él.
Se trata de una simple rueda, de gran tamaño, que transporta el agua en su interior. La idea surgió porque en un primer momento se pensó en una carretilla con un centro bajo de gravedad, para que pudiera transportarse una gran cantidad de litros sin demasiado esfuerzo. Pero lo que resultaba más difícil de conseguir era la rueda. Por eso, la solución fue colocar el agua directamente dentro de ella.
El tanque tiene capacidad de hasta 90 litros, mucho más de lo que una persona puede llevar sobre su cabeza. Además, en un modelo más complejo puede contar con una bomba incorporada para la extracción del agua, y una manguera con un filtro, para simplificar la purificación del agua.
Cuando está vacío, o si la superficie no permite arrastrarlo, este modelo más complejo puede cargarse como una mochila, agilizando aun más el viaje.
En su modelo más sencillo, el dispositivo ya se encuentra en uso, pero lo importante es que se difunda para que todas las personas que lo necesiten puedan acceder a él. En general, se trata de familias que no podrían pagar por la rueda, por eso se entregan por medio de sponsors que las costean.
Están fabricadas simplemente con un contenedor plástico y un mástil, por lo que su costo es bajo.
Ya se han distribuido más de 46.000 "hipo-ruedas" con ayuda de sponsors y donantes, pero aunque parezca un gran número, es muy poco si pensamos que son millones las familias sin acceso al agua corriente. Por eso la tarea de difusión sigue en marcha.