Crecer con brackets es una realidad bastante complicada, porque no es natural tener la boca llena de fierros para que tu mordida no se transforme en una ensalada de dientes. Por eso tienes que hacerlo de todas formas, es lo mejor para tu salud. Y aunque puedas haber sido blanco de burlas en tu escuela, por mucho sufrimiento y AÑOS de brackets, en el fondo igual los disfrutaste… Aquí hay algo de tu historia:
1. Enfrentarte a los segundos más terribles de tu vida
2. Cuando recibes una pequeña y dolorosa demostración del infierno que se viene por los próximos años: Separadores
3. Realizar el mismo ritual cada vez que sales a comer fuera de tu casa:
4. Cuando tenías que hablar pero ninguna de las palabras salía tal como las armabas en tu cabeza
5. Sentiste lo que es tener un fierro que perforaba tus mejillas lentamente y MÁS DE UNA VEZ
7. La decisión más importante de tu vida: Elegir colores (porque los últimos no combinaron muy bien con tu ropa pero tampoco quieres que se vean aburridos)
8. Sentir que tus dientes se iban a despegar de tus encías cada vez que comías algo luego de una visita para que fueran apretados
9. Cuando estás muriendo de hambre, pero comer duele demasiado:
10. Dominar el arte de comer todas las cosas que tenías prohibidas sin romper ninguno de tus brackets
11. Pero la vez que se despegó uno y tuviste que decirle a tus papás…
12. Sabes que esta foto es la descripción gráfica de una tortura:
13. Algunas noches no podías quedarte dormido solo por el dolor de tus dientes moviéndose lentamente, así que solo te quedabas ahí
14. Cuando le mentiste a tu dentista acerca de qué tan seguido estabas ocupando tus elásticos
15. Y valió la pena por cada vez que te mintió diciendo que “en tres meses más” iban a removerlos
16. Cuando te diste cuenta de que finalmente había llegado el momento de quitártelos
17. Y puedes volver a sentir tus dientes MÁS SUAVES QUE NUNCA ANTES EN TU VIDA
18. Solo para enfrentarte a una nueva forma de tortura: