La increíble historia de un oso, un tigre y un león que son mejores amigos


A pesar de provenir de tres continentes distintos, un tigre, un león y un oso forjaron una estrecha amistad. Viven en el santuario animal Arca de Noé, ubicado en Georgia, Estados Unidos, lugar al que fueron llevados tras ser rescatados de un narcotraficante que los tenía como mascotas cuando eran cachorros.



En el santuario llaman a este grupo de amigos BLT (oso, león y tigre, por sus siglas en inglés) y los cuentan entre sus residentes más famosos. Baloo es un oso negro norteamericano, Leo un león africano y Shere Khan, un tigre de Bengala.


La amistad entre estos tres animales lleva 13 años. "Ellos te enseñan a llevarte bien. Definitivamente no tienen el mismo color. No son de la misma especie. Ni siquiera son del mismo país, y se aman entre sí… y te enseñan a amar”, expresó Allison Hedgecoth, gerente de cría de animales del santuario, en el programa “Today”.

Fueron rescatados en 2001 de un narcotraficante que los mantenía como mascotas en un sótano. Los tres cachorros estaban en muy malas condiciones. Shere Kahn estaba desnutrido. Leo no estaba tan por debajo del peso normal para un león de su edad, pero tenía una herida infectada en su hocico que se le había generado por estar confinado en una jaula demasiado pequeña. Baloo era quien estaba en peores condiciones. Tenía un arnés encarnado, ya que el mismo no había sido aflojado a medida que él crecía. Tuvieron que hacerle una cirugía para sacárselo.


Fue en el tiempo que duró la operación la única vez que los tres animales estuvieron alejados. Según cuentan en el sitio del Arca de Noé, Shere Kahn y Leo manifestaron su sufrimiento por la separación caminando de un lado a otro y emitiendo sonidos, reclamando el regreso de Baloo. Desde entonces, duermen, comen y se cuidan entre sí. “Buscan el afecto del otro. Se acarician con el hocico y juegan”, le comentó Hedgecoth a “Today

El lugar donde habitan tiene 1,21 hectáreas, de manera tal que podrían estar separados. Aun así, eligen estar juntos. Hedgecoth considera que esta insólita amistad le puede enseñar una lección a los humanos.


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