Una anciana de 81 años asesina a los violadores de su nieta


Todas las mujeres estarán de acuerdo en que lo peor que nos puede pasar es sufrir una violación, pues no sólo se daña de manera física sino también emocionalmente y en muchos casos los daños terminan siendo irreversibles. ¿Y qué pasa con la justicia? Cada vez es más alto el porcentaje de mujeres atacadas sexualmente pero, desafortunadamente, muchos violadores siguen sueltos porque la justicia nunca hizo lo debido, y entonces es cuando si la oportunidad de hacer justicia por mano propia se presenta, difícilmente alguien se resiste a ella.


Así sucedió en Australia, en donde una joven de apenas 18 años de edad fue violada despiadadamente por dos hombres. Después de largos juicios y de ir y venir a los juzgados, la abuela se armó de valor y decidió hacer justicia con sus propias manos o de lo contrario estos seres repulsivos jamás tendrían su merecido. 

Ava Estelle es el nombre de esta abuela quien no descansó hasta dar con los violadores y, cuando los tuvo frente a ella, las manos no le temblaron para arrancarles los testículos a balazos, aunque claro, eso no repararía el daño que le ocasionaron a su nieta pero al menos no volverían a violar a ninguna otra mujer.

La anciana hizo todo un teatro para poder corroborar que efectivamente eran los hombres que atacaron a su nieta e incluso declara que le tomó días dar con su paradero y decidir qué haría con ellos. 


Durante el interrogatorio, Ava declaró:
“Se escondían como ratas en un pequeño cuarto, toqué y supongo que esperaban a alguien porque ni siquiera preguntaron quién era. Entonces el más grande de ellos me abrió la puerta y sin titubear le disparé tres veces exactamente entre las piernas. El otro comenzó a suplicarme y pedir perdón, me imploró que parara y supongo así imploraban las mujeres que ellos atacaban así que no lo escuché y le disparé tres veces también en la misma parte del cuerpo que el anterior.
Nunca pretendí huir o algo por el estilo, después de acabar con ellos fui directamente a la Estación de Policías y declaré que había asesinado a dos hombres, entonces entregué mi pistola y juré que nunca más volverían a violar a nadie”.
El juez encargado del caso aún no decide que hará con la anciana, pues por ley no se puede enviar a la cárcel a una anciana de 81 años y además, mucho menos cuando más de 3 millones de personas que viven en Melbourne quieren postularla como alcalde de la ciudad. Imagínense el escándalo que esto sería, aunque creo que con lo que hizo es más que suficiente para que no dejen de hablar de ella y aunque su nieta continuará con los daños, estos infelices no volverán a faltarle el respeto a ninguna mujer.

¿Tú qué opinas, debe o no ir esta mujer a la cárcel? Si tú también estas en contra del maltrato hacia la mujer y de que se le vea solo como algo sexual, no olvides compartir con tus conocidos, quitémonos absurdos pensamientos que más que avanzar solo nos atrasan.