La solidaridad de los niños siempre se hace sentir, en su corazón solamente hay espacio para la nobleza y la generosidad que los caracteriza.
Y esta historia es una grandiosa demostración de eso, se trata de 80 niños que sumaron para apoyar a su compañera Marlee Pack de 9 años. Ella ha tenido que enfrentarse a una dura batalla: lucha contra un tumor maligno de tejido blando que afecta a sus extremidades y ha tenido que estar hospitalizada recibiendo tratamientos de quimioterapia que han provocado la pérdida de su cabello.
En medio de su constante esfuerzo recibió la buena noticia de que podía volver a la escuela en Colorado, Estados Unidos. Su amiga Cameron McLaughlin cuando se enteró de que Marlee había perdido todo su cabello tomó la decisión de cortarse su coleta y regalársela a su amiga pero sabía que eso no era suficiente.
Así que para lograr que su amiga no se sintiera diferente al regresar a la escuela se rapó todo su cabello.
Ella les contó al resto de sus compañeros lo que iba a hacer y muchos se sumaron a la iniciativa ¡Qué hermoso gesto! La dirección de la escuela conoció el plan de estos niños y sin dudarlo les brindaron su apoyo con la organización de un evento en el que todos los que quisieran podrían sumarse.
El festival se llamó “Be bold, be brave. Go bald”, se traduce a español: “Sé audaz. Sé valiente. Rápate” y así le demostraron a Marlee su solidaridad con ella y todos los niños que tienen que enfrentarse a los cambios que supone el tratamiento contra el cáncer.
Para esta hermosa iniciativa se sumaron 8 peluqueras que prestaron sus servicios.
Lo mejor de todo era que el cabello recaudado fue donado a la Fundación St. Baldricks, que sin fines de lucro buscan fondos para investigar contra el cáncer infantil. El resultado fue fantástico, 80 niños, tres profesoras y todo el equipo directivo y la madre de un alumno se raparon el pelo. Recaudaron 22.000 euros y lograron que Marlee se sintiera muy feliz.
Ella había perdido su cabello pero no estaba sola y había ganado la solidaridad de muchas personas que le daban fortaleza para seguir batallando.
“No pensé que tanta gente se fuera a rapar la cabeza. Me siento fenomenal por volver al cole y no ser la única sin pelo”.
Qué admirable lo que hicieron, la idea de una niña se convirtió en una iniciativa que tocó el corazón de muchas personas y alegró la vida de esta pequeña guerrera inspirando a muchos a ser solidarios con tantas personas que luchan contra esta terrible enfermedad.
Ciencia Terapia es una organización sin ánimos de lucro que visita los hospitales para hablar de ciencia con los pacientes de oncología infantil de una manera muy divertida, puedes conocer más acerca de su labor aquí.
Esos niños nos enseñan una lección desprendimiento y de solidaridad que debemos tener presente siempre. ¡Compártelo!