Seguro que conoces la historia de muchos pueblos y localidades que han quedado sumergidas por un pantano. Las civilizaciones avanzan y surgen nuevas necesidades, nuevos proyectos. Ahí donde, en ocasiones, determinados lugares dejan de ser útiles para ser, simplemente, acalladas por el silencio acuático. Es el caso por ejemplo de Shi Cheng. El gobierno chino dictaminó que debía ser sumergida por el agua en 1959, para construir una nueva planta hidroeléctrica.
Era una histórica ciudad que muchos lamentaron tener que borrar del mapa… pero algo la devolvió a la vida.
La llamaban la ciudad de El león. Sumergida bajo el Lago Qiandao, nadie volvió a pensar demasiado en ella hasta que tiempo después, un funcionario chino llamado Qiu Feng decidió ir a ver lo que quedaba de ella bajo el agua.
Se sumergió en compañía de un equipo especializado llevado por el misticismo y la curiosidad, por el recuerdo de una ciudad que, según decían, era especialmente hermosa y espectacular. Se esperaba ver sus ruinas envueltas en limo y algas, en familias de peces avanzando con tranquilidad por sus restos ya tan habituales en dichas profundidades.
Quedó sin aliento. Emocionado casi. Shi Cheng se alzaba completa y en perfecto estado.Casi intacta. Disponía hasta de vigas y escaleras de madera, algo realmente increíble. Allí estaban sus torres y la cinco antiquísimas puertas que daban acceso a la ciudad.
¿Cómo podía ser?
Las calles seguían pavimentadas en piedra, con cada uno de sus rincones y sus maravillosos detalles de antaño. Nada parecía haber cambiado. Era como transitar por un universo paralelo. Un universo acuático digno del más espectacular de los sueños y fantasías.
Tras el increíble hallazgo el Gobierno chino no tardó en reaccionar. Debía sacar partido de ello. Y no lo dudó, decidió abrir las puertas al mundo hacia esta dimensión escondida y sumergida. La mítica ciudad de El Leon vuelve a recibir cada día a grandes grupos de turistas… pero eso sí, se trata de una aventura única solo para quien ame y domine el buceo.
Esta ciudad se halla sumergida porque en 1957, el gobierno del país decidió permitir que las aguas cubrieran este territorio, con el objetivo de facilitar la construcción de una central hidroeléctrica, capaz de abastecer grandes ciudades como Shanghái y Hangzhóu.
Se conformó un lago artificial, el lago Qiandao, el cuál oculta las antiguas y decadentemente esplendorosas ruinas de ciudades y pueblos, que una vez pertenecieron a los condados de Chun’an y Sui’an, que se crearon a principios del siglo III bajo el mandato de Sun Quan, fundador del reino de Wu.
Es un escenario digno de una película de ciencia ficción, un destino hilado solo para aventureros y especialistas de las bombonas de oxígeno, esas con las que poder descender a esta dimensión única de la ciudad de Shi Cheng, en la exótica provincia de Zhejiang. ¿Te atreves?
A CONTINUACIÓN TE DEJAMOS UNAS CUANTAS FOTOS DE SHI CHENG: