Cameron (un león macho) y Zabu (una tigresa blanca) han tenido una historia de amor eterna. Los dos nacieron en un zoológico rodante en Nueva Inglaterra y fueron rescatados en 2004. Cameron estaba muy flaco; pesaba 90 kilos menos de lo normal. Zabu tenía un defecto genético debido los procesos de crianza a los que había sido sometida en dicho zoológico. Específicamente, tenía un labio superior corto, lo que hacía que sus dientes quedaran expuestos y vulnerables.
Por fortuna, los dos fueron rescatados por la organización Big Cat Rescue.
Ellos notaron que estos dos felinos tenían un lazo muy especial, así que decidieron nunca separarlos.
Los miembros de Big Cat Rescue construyeron un espacio natural pensado especialmente para que estuvieran juntos.
Sin embargo, cuando Zabu entró en celo, Cameron se volvió muy posesivo con ella y agresivo con sus cuidadores.
En el refugio tenían dos opciones: separarlo del amor de su vida o esterilizarlo. Optaron por la segunda opción.
Después de la esterilización, Cameron perdió su perfecta y gloriosa melena.
Pero era eso o tener que separarse de ella por siempre.
Gracias a la intervención, pudieron seguir juntos.
Para seguir construyendo esa relación que con el paso de los años se ha fortalecido y se sigue fortaleciendo.
“Mientras Cameron intenta dormir durante todo el día (como lo hacen los leones en la vida salvaje), Zabu es extremadamente enérgica y siempre lo está presionando para jugar”. - Rescatistas de Big Cat Rescue
Compartir la misma triste historia los unió desde el primer día.