El paso del tiempo hace que nuestros utensilios de cocina se desgasten y muchas veces acaben teniendo un aspecto desagradable. Esto sobre todo nos pasa con los utensilios del horno, que con la grasa y las altas temperaturas acaban ennegreciéndose. Para evitarlo, es fundamental mantenerlas relucientes después de cada uso, aunque eso a veces no resulta sencillo.
Y es que ese aspecto ennegrecido que tienen algunas bandejas parece imposible de quitar y muchas veces, llegado el momento, optamos por deshacernos de ellas y comprar otras nuevas. Sin embargo, tener tus bandejas relucientes es posible y nunca es tarde para probar los trucos que hoy te queremos enseñar.
Generalmente podemos encontrar varios tipos de recipientes para el horno, hechos con materiales diferentes como por ejemplo de cristal, acero inoxidable o aluminio. Como son materiales muy diferentes te vamos a dar un truco de limpieza para cada uno de ellos, ya que también tienen distintas necesidades. ¡Comenzamos!
Recipientes de cristal
Necesitamos:
– Jabón para los platos
– Bicarbonato de sodio
– Agua
– Papel de aluminio
– Un cepillo pequeño
Sumerge el cepillo en jabón para platos y después en bicarbonato de sodio. Ve restregando la pasta resultante por la bandeja en cuestión con movimientos circulares. Cuando toda la superficie esté impregnada, déjalo reposar durante unos 30 minutos. A continuación, haz una pelota con papel de aluminio y repasa toda la superficie, arrastrando así cualquier tipo de suciedad.
Este truco también nos sirve para quitar las manchas que se suelen crear en la parte inferior de las sartenes. ¡El resultado es genial!
Recipientes de acero inoxidable -opción 1-
Necesitamos:
– Agua oxigenada
– Bicarbonato de sodio
– Una esponja áspera
Espolvorea una capa de bicarbonato de sodio sobre la superficie y después añade agua oxigenada. Por último, vuelve a verter bicarbonato de sodio por la superficie y déjalo reposar todo durante 1 hora aproximadamente. Pasado este tiempo, frota bien toda la superficie con la ayuda de la esponja, verás que toda la suciedad se quita rápidamente.
Recipientes de acero inoxidable -opción 2-
Necesitamos:
– Servilletas de papel
– Agua
– Bicarbonato de sodio
– Papel de aluminio
Para esta opción, espolvorearemos bicarbonato de sodio por la superficie de la bandeja ayudándonos con una servilleta de papel húmeda. Con el papel de aluminio hecho bola vamos pasando el bicarbonato con fuerza por la superficie, arrastrando la suciedad. Después, sólo tendremos que lavar con agua y jabón como hacemos normalmente, ¡y listo!
Recipientes de aluminio
Necesitamos:
– Agua
– Vinagre blanco
– Una olla
– Esponja
Llena la olla con partes iguales de agua y vinagre. Una vez hierva, retírala del fuego y deja que se enfríe un poco a temperatura ambiente. Después, sumerge en ella la esponja y frota la superficie de aluminio que quieres limpiar, la suciedad desaparecerá fácilmente.
Fuente: Shareably