Vayamos por partes, ¿Sabes qué es el gel de silicato y para qué sirve? ¿no? Pues para eso estamos nosotros aquí. Atento, porque te vas a quedar con la boca abierta.
El gel de sílice es una forma granular y porosa de dióxido de silicio fabricado sintéticamente a partir de silicato sodio. A pesar del nombre, el gel de sílice es sólido.
Su gran porosidad que le otorga alrededor de 800 m²/g de superficie específica, le convierte en un absorbente de agua. Por este motivo se utiliza para reducir la humedad en espacios cerrados, normalmente hasta un 40%. Cuando se ha saturado de agua el gel se puede regenerar sometiéndolo a una temperatura de 150 °C, a razón de 1,5 horas por litro de agua.
Este gel no es tóxicos ni químicamente reactivo. Sin embargo, los pequeños envases de gel llevan un aviso sobre su toxicidad en caso de ingestión. Se debe a que el cloruro de cobalto, que se suele añadir para indicar la humedad del gel, sí es tóxico. El cloruro de cobalto reacciona con la humedad, cuando está seco es de color azul y se vuelve rosa al adsorber humedad. El polvo que se forma al manipular este material puede generar silicosis si se respira.
(Fuente: Wikipedia)
Vale, ya sabemos que es el gel de silicato (ladrillazo) y lo podemos encontrar desde en una caja de zapatos a cualquier producto tecnológico nuevo que compremos. Y casi todo el mundo lo tira. Muy mal. El gel de silicato tiene muchos usos que no conoces.
1. Día lluvioso, tu ropa no se seca y huele a humedad que mata. Si metes tu ropa dentro de un cajón con unas bolsas de gel de silicato, ¡magia! El olor a humedad desaparece.
2. Para evitar que esos libros que tanto aprecias sufran el efecto de la humedad y sus hojas se deformen, un par de bolsas de gel de silicato y deja de preocuparte por ellos.
3. Se te ha caído el móvil en el váter. ¿A quién no le ha pasado? Olvídate del arroz, no sirve para nada. Coge tu móvil mojado y mételo en un tarro con bastantes bolsas de silicato. Ya me darás las gracias.
Y lo mejor de todo, el gel de silicato previene la aparición de moho por la humedad y la proliferación de bacterias.