Como la gran mayoría, los padres de Joey han vivido siempre volcados en sacar adelante a sus hijos, en trabajar para darles un techo, una educación y todo el apoyo que necesiten. Su hijo sabe muy bien lo mucho que han luchado para que él esté donde está y, por eso, este año les hizo el mejor regalo navideño que podían imaginar:terminó de pagar la casa de sus padres.
Un gesto de agradecimiento que a muchos nos gustaría realizar, en un intento por devolverles todo lo que hacen y seguirán haciendo por nosotros de forma incondicional. Sencillamente precioso.