Con estos trucos bajarás la fiebre de un niño sin medicamentos en menos de 5 minutos



Una de las cosas que peor llevamos los padres en referencia a nuestros hijos es la enfermedad. Se encuentran mal, lloran, te piden ayuda y tú desearías hacer algo cuanto antes para que vuelvan a ser los mismos de antes. Ese cuanto antes tiene como intención paliar su sufrimiento, y de paso estar más tranquilo tú, porque cuando se encuentran mal sientes que pierdes el control de su salud, pero es poco recomendable si hablamos, por ejemplo de la fiebre.


La fiebre es un aumento de la temperatura corporal que sirve para que nuestro organismo luche contra las infecciones. Cuando nuestro cuerpo activa sus defensas contra los gérmenes sube la temperatura corporal, por tanto, la fiebre no es nuestro enemigo, sino nuestro aliado, y lo importante no es reducirla, sino averiguar por qué se produce.

Para determinar cuál es la causa que produce la fiebre es imprescindible observar los síntomas que presenta el niño. Generalmente, la fiebre aparece en los niños por dolencias leves como infecciones de las vías respiratorias (resfriados, gripe, faringitis), del aparato digestivo (gastroenteritis, deshidratación)…

La temperatura de la fiebre y sus diferencias en los niños

La fiebre se detecta mediante un termómetro de mercurio que se coloca bien en la axila o en el recto. Actualmente, también existen termómetros digitales que toman la temperatura al niño en la axila o en la frente. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que el niño está febril cuando la temperatura en la axila supera los 37,5 ºC o los 38 ºC en el recto. Hasta los 39 ºC la fiebre se considera moderada y a partir de los 39 ºC hablamos de fiebre alta.

Cuando la temperatura es superior a 40 ºC o se produce un cambio brusco de la temperatura corporal en el niño, puede sufrir convulsiones. Por otra parte, la baja temperatura no tiene importancia salvo en los recién nacidos.

La fiebre de menos de 38 ºC en niños y bebés

No es recomendable bajar la fiebre cuando no sobrepasa los 38 ºC, ya que supone una defensa corporal para el niño que le ayuda a combatir la infección. Si el niño se encuentra bien, a pesar de la fiebre, no debemos usar medicamentos antitérmicos. En el caso de que se encuentre mal, se puede usar paracetamol y cuando estemos en casa conviene ofrecerle con frecuencia líquidos (agua, caldo o bebidas azucaradas) y quitarle la ropa de abrigo.

La fiebre por encima de 38 ºC en niños y bebés

No hay que alarmarse porque hasta los 39 ºC se considera moderada. En este caso, conviene administrar al niño la dosis adecuada de paracetamol o ibuprofeno, continuar con la administración de líquidos y bañar al niño llenando con agua templada un tercio de la bañera. El baño debe durar unos 30 minutos, mientras le mojamos con una esponja suave empapada en agua, hasta comprobar que la temperatura sea inferior a 38,9 ºC.

¿Cuándo es necesario bajar la fiebre de los niños?

Es obligatorio bajar la fiebre cuando supere los 40 ºC en los niños y los 39 o 39,5 ºC en los lactantes. Cuando la temperatura supera los 41 ºC o los 40 ºC en menores de 3 meses, es urgente reducir la temperatura. Y además, en general, se deben usar medicamentos antitérmicos cuando el niño presente además de fiebre, cefalea acusada (dolor de cabeza), dolor en las articulaciones o molestias fuertes.

Para bajar la fiebre alta resulta efectivo poner compresas de agua a temperatura ambiente, nunca heladas, sobre la frente o el cuerpo del niño, bañar al niño en agua templada y desabrigarlo.


¿Llevamos al niño al pediatra o a Urgencias?

Cuando el niño presenta fiebre alta siempre es preciso llevarle al pediatra, pero debemos acudir a Urgencias cuando veamos que el niño respira con dificultad, ha tenido convulsiones, está muy decaído, adormilado o irritable, o presenta manchas en la piel.

Aquí te dejamos todo lo que puedes hacer:

Patatas en calcetines: Así como lo lees. Pela y pica una patata en rodajas, luego colócalas en el calcetín y ¡voila! Tu niño estará sano y salvo.

Brandy y agua: Diluir una taza de brandy con una de agua, remojar una gasa en esta mezcla y colocarlo en los calcetines del pequeño.

Paño frío en la frente: Trata de que el agua esté fría para que la fiebre le baje más rápido.

Dale a tu pequeño un baño con agua tibia o natural: Por la alta temperatura que el tendrá en ese momento sentirá que el agua está helada, sin embargo debes tratar de que se moje lo mas que pueda para que funcione el tratamiento.

Mucho líquido y comida helada o fría: Una buena idea es darle a comer helado a tu hijo, ya que es casi imposible que existe un niño al que no le guste el helado.

Elimina capas de ropa: Cuando él tenga fiebre lo primero que querrá hacer será arroparse, evítalo a toda costa.

Esperamos esto puede ayudar al bebé que se encuentre en estas condiciones sin la necesidad de que reciba un pinchazo o medicina que le puede afectar en su barriguita.

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